DE LA PÉRDIDA Y EL ABANDONO

Se acercaba el verano. Como a tantos otros habitantes de éste nuestro país, sufría esa peculiar hinchazón en el vientre que vulgarmente conocemos como tripa. Con el bañador brillando en el horizonte, comenzó a pensar seriamente en hacer desaparecer esa hinchazón pacientemente alimentada durante el invierno.

Pensó en perder tripa. También pensó que, pensándolo fríamente (y eso es mucho pensar para el tiempo que hacía), no es posible perder algo voluntariamente. El hecho de aplicarle cierta intención convierte la pérdida en abandono, de modo que la pérdida pasaba a ser algo calculado. Algo frío y calculado, no olvidemos que nos encontrábamos en invierno todavía.

Tras mucho pensar, decidió actuar con presteza. Se dirigió al lugar elegido, actuó con naturalidad y abandonó el recinto disimuladamente. Abandonó su tripa en una cervecería. Quién la encontrara se sentiría extraño un tiempo, pero sin duda la cuidaría como ella merecía. De bien nacidos es ser agradecidos, decía mi abuelo. Que también tenía tripa. Bien hermosa, oigan.

Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo

Las Autoridades Sanitarias nos han informado recientemente: deben ustedes guardar en lugar seguro sus libros más preciados, sus cuadernos de apuntes, sus CDs de música, y cualquier medio susceptible de ser contagiado, ya que anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. En caso de dejar sus conversaciones al aire, sin abrigo alguno, o dejar sus libros abiertos, o dejar que su música suene como si tal cosa, corren gran peligro. Pueden ser contaminados. Porque anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Incluso los medios de comunicación debemos andar con cautela, porque nadie esta a salvo.

Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Lo más grave de todo es que el propio soporte no experimentará grandes cambios. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Simplemente una gran afluencia de la susodicha frase. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Así que ya saben. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Deben ser cautelosos. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Alguien puede robarle sus silencios. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo. Avisados están. Anda suelta una frase con gran afán de protagonismo.